sábado, 11 de febrero de 2012

Mecanismos de Poder Popular: los Soviets

por Javier Parra




Los Consejos de Trabajadores y de Campesinos (Soviets) se crearon en Rusia a partir de 1905, cuando durante la primera Huelga General de los trabajadores de las fábricas de Petrogrado, las organizaciones obreras enviaron delegados a un Comité de Huelga que fue llamado Consejo de Diputados Obreros, que convocaría una segunda Huelga General y enviaría organizaciones a toda Rusia. Este Consejo obtuvo tanta autoridad que el propio Gobierno Imperial lo reconocería como interlocutor con los trabajadores. Sin embargo, sus miembros acabarían huyendo o siendo deportados a Siberia tras el fracaso de la Revolución de 1905, aunque su gran efectividad serviría de ejemplo para el futuro más inmediato. Se crearon Consejos de Trabajadores, Soldados y posteriormente de Campesinos, y en la mayoría de las ciudades los dos primeros se reunían de manera conjunta.

¿Quienes componían los Consejos y cómo funcionaban?

Los Consejos se componían directamente de los trabajadores de las fábricas, de los campesinos de los campos y de los soldados, que elegían sus delegados según reglas que variaban según las necesidades y la población de las localidades.

Hasta febrero de 1918, cuando ya se habían alzado con el poder, cualquiera podía elegir delegados para los consejos, incluso los burgueses que se hubiesen organizado y hubiesen solicitado tener representación. Posteriormente se introdujeron algunos cambios:

-Se restringía el voto a los ciudadanos que hubiesen cumplido los 18 años.

-Sólo podían votar aquellos ciudadanos que se ganaran la vida a través del trabajo productivo y no a través de la explotación de otros.

-Se excluía de la participación a quienes se aprovechasen de la fuerza de trabajo ajeno para obtener beneficios, a quienes viviesen de plusvalías, a agentes privados de negocios, empresarios de comunidades religiosas, ex-policías, la antigua dinastía y a los condenados por “delitos mezquinos e indignos”:

Sirva como ejemplo el Consejo de San Petersburgo (el Soviet de Petrogrado), dónde el Consejo de Diputados Obreros y Soldados constaba de 1200 diputados y celebraba una sesión plenaria una vez cada dos semanas, y entre tanto elegía a un Comité formado por 110 personas elegidas proporcionalmente según la organización a la que representaban.

El sistema participativo era tan flexible que si por ejemplo los cocineros, los basureros, los conductores, etc. se organizaban, podían solicitar representación y se le concedían delegados de manera proporcional. Además, los delegados no eran elegidos por un tiempo determinado, sino que podían ser revocados en cualquier momento. Esto hizo de estos consejos un cuerpo político extraodinariamente sensible a la voluntad popular, lo que hacía que la representatividad de los distintos grupos variase de una manera muy rápida según el curso de los acontecimientos.

jueves, 2 de febrero de 2012

Inicio de "La epopeya de Marianne"

He decidido comenzar un proyecto literario y político que fui aplazando para otras épocas con más libertad, de tiempo, por supuesto. Este proyecto, titulado La epopeya de Marianne pretenderá narrar un relato revolucionario en clave alegórica, tanto por su "heroína" como por los hechos del mismo libro. Como introducción la obra contará con un pequeño poema aludiendo al inicio de la épica Ilíada de Homero pues al igual que este poema griego, La epopeya de Marianne también narrará una lucha, una lucha por la Revolución. Este sería el inicio:

Sílabas Rima | Verso

8 a | Cantad, oh hombres y mujeres 
4 - | libres o no                              
8 a | la gran historia de Marianne     

8 b | hija de la libertad                     
4 - | cuyas luchas                            
8 b | por la triste humanidad            

8 c | amante de candor poco           
4 - | intentaron                                
8 c | cerrar el grifo del robo             

8 d | trabajo arrebatado                   
4 - | y la sangre                               
8 d | de estos que reclamaron          

8 e | la justicia de la madre             
4 e | de Marianne